Usar células madre procedentes de la propia médula ósea de pacientes con insuficiencia cardiaca reduce la incidencia de episodios cardiovasculares
La insuficiencia cardiaca, enfermedad en la que el corazón se encuentra debilitado y no late con suficiente fuerza como para satisfacer las necesidades metabólicas del organismo, constituye a día de hoy con la primera causa de hospitalización en personas mayores de 65 años. Una enfermedad, además, asociada a una gran mortalidad, ciertamente superior a la que presentan, por ejemplo, muchos tipos de cáncer. Y es que los tratamientos actuales solo logran ralentizar, que no detener, su progresión. Tal es así que en los últimos años se han desarrollado numerosos estudios para evaluar la posible aplicación de nuevas alternativas terapéuticas, caso de las terapias con células madre. Sin embargo, los resultados han sido infructuosos. O así ha sido hasta ahora, dado que un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah en Salt Lake City (EE.UU.) ha demostrado, por primera vez, que la terapia celular puede resultar útil en el manejo de la insuficiencia cardiaca.