Las células madre adultas que el organismo almacena en los sitios más insospechados, como la grasa que a casi todo el mundo le sobra, se han convertido en un preciado tesoro para los investigadores que tratan de revolucionar la medicina usándolas como un medicamento. La terapia celular en veterinaria para la curación de las más variopintas enfermedades de las mascotas, y la mayoría sin solución con los tratamientos convencionales, es ya una realidad. El objetivo ahora es conseguir el apoyo necesario para que su aplicación en los seres humanos lo sea pronto.